Faltando ocho días para realizar el evento benéfico – sin fines de lucro – “La Magia de la Solidaridad”, habiendo realizado gastos en publicidad y mucho trabajo en logística, la Universidad Nacional de Piura, - negligencia de la Oficina de Imagen - nos cancelo el evento planificado a llevarse a cabo originalmente en el Auditorio de dicha institución, ya contando con los artistas a presentarse el día del espectáculo.
Las coordinaciones realizadas y el compromiso asumido por Imagen Institucional quedo en el aire a pesar de haber solicitado el local con un mes de anticipación. El viernes, 31 de octubre, recibimos una llamada, al celular de Cindy, Mientras nos dirigíamos - Luis, Cindy y yo, a buscar apoyo para continuar con la obra social. Cindy me avisa que una señora que se identificaba – supuestamente – como secretaria del Rector, nos comunicaba que el evento debía ser cambiado o postergado de acuerdo a las posibilidades de agenda el auditorio. Nos decía que fuéramos a hablar con el señor Manuel, encargado del auditorio. Él es quien sabe que días esta disponible y cuáles no el auditorio. Pero, sucede que ese bendito local, estaba ocupadísimo la semana previa y la posterior, esto lo sabíamos porque ya habíamos hablado con el encargado, haciendo seguimiento al compromiso hecho. En pocas palabras estábamos en la calle. Además, nosotros ya habíamos invertido en publicidad y promoción. El elenco artístico con el que llegamos a un acuerdo razonable no podía presentarse en otra fecha debido a su apretada agenda. Con ellos, la Directora del Grupo, coordinamos hacia más de un mes para el evento del 8 de noviembre.
Pedí una reunión para que me expliquen que sucedía, pero la persona al teléfono se negó. Estábamos en la calle prácticamente. Sintiendo un golpe directo al estomago nos sentamos en una banca de la Plazuela Merino. Barajamos posibilidades, ya no quedaba de otra, no íbamos a llorar sobre la leche derramada. Se menciono el Coliseo Jerónimo Seminario y Jaime, y el Patio Techado del Colegio salesiano Don Bosco. Para empeorar las cosas, el sábado 01/11 era feriado así que para conseguir el Coliseo teníamos que esperar hasta el lunes; día hábil para la administración Municipal.
Entonces, recordamos que Max, integrante del Grupo, es ex Salesiano. Con ese punto a nuestro favor decidimos ir a buscar al Padre José María, director del Colegio Salesiano Don Bosco. Cerca de las cinco de la tarde Max envía un mensaje del celular de Cindy; posibilidades de conseguir el PAtio Techado - o coliseo - del Colegio. Nos dirigimos a dejar un documento para solicitar una reunión con carácter de urgente al Padre José Maria Doménech Corominas.
El día sábado le hicimos la guardia, debo mencionar que Max y yo casi morimos el viernes. En la emergencia subimos a una moto, conducida por Max, en condiciones penosas, encima él no sabia conducir muy bien. La necesidad hizo que aprendiera. A las once de la mañana vimos bajar de un taxi - tico al Reverendo Padre, un hombre pequeño, de cabellos blancos. Pedimos nos dejaran pasar para hablar con él. Max, Mariana; compañera de la Universidad, apoyo del Grupo, y conocida del Padre, y yo. Íbamos a pedir nos prestaran el Patio Techado, sin mas que nuestra palabra.
Le explicamos lo que nos había sucedido. Listo, accedió. Un ser humano directo, claro y contundente. Firmamos unos días después. Dios es grande, ya teníamos un local para realizar el evento planificado hacía mes y medio, casi dos meses atrás.
El lunes me fui a Imagen buscando una explicación, como debe ser, en persona, no por teléfono, sino cara a cara. No encontré a la Jefa, sino una interina, no me dijo mucho, pero si algo que me dejo muy sorprendido. La bendita llama del viernes 31/10 a las tres de la tarde, no había sido de la secretaria del Rector. No. Una asistente de la oficina de Imagen se había hecho pasar por ella, usurpando un cargo. Quizá con la intención de asustar y que no se diga nada.
Al día siguiente volví porque me dijeron que me atendería la Jefa, pero no estaba. Quienes si estaban eran dos de las asistentes de la oficina de Imagen, una conocida mía, Lucia, y otra chica, que según mis averiguaciones, y de propia boca de la señora Mary – la interina –, supe el día anterior, había sido quien nos llamo.
Salude y no respondió. Estaba hablando por teléfono. Ella con tono grosero y mal educado, luego que le increpe porque me hacían ir a venir sino me iban a atender, dijo a su interlocutor, ósea la otra persona al teléfono, que ahí frente a ella estaba el chico ese, él del auditorio, diciendo que se lo han quitado y que lo están paseando. Frunciendo la cara y empeorando su ya desgastado rostro, aún más. Entendí que hablaba – por teléfono – con la Jefa. Colgó.
Las coordinaciones realizadas y el compromiso asumido por Imagen Institucional quedo en el aire a pesar de haber solicitado el local con un mes de anticipación. El viernes, 31 de octubre, recibimos una llamada, al celular de Cindy, Mientras nos dirigíamos - Luis, Cindy y yo, a buscar apoyo para continuar con la obra social. Cindy me avisa que una señora que se identificaba – supuestamente – como secretaria del Rector, nos comunicaba que el evento debía ser cambiado o postergado de acuerdo a las posibilidades de agenda el auditorio. Nos decía que fuéramos a hablar con el señor Manuel, encargado del auditorio. Él es quien sabe que días esta disponible y cuáles no el auditorio. Pero, sucede que ese bendito local, estaba ocupadísimo la semana previa y la posterior, esto lo sabíamos porque ya habíamos hablado con el encargado, haciendo seguimiento al compromiso hecho. En pocas palabras estábamos en la calle. Además, nosotros ya habíamos invertido en publicidad y promoción. El elenco artístico con el que llegamos a un acuerdo razonable no podía presentarse en otra fecha debido a su apretada agenda. Con ellos, la Directora del Grupo, coordinamos hacia más de un mes para el evento del 8 de noviembre.
Pedí una reunión para que me expliquen que sucedía, pero la persona al teléfono se negó. Estábamos en la calle prácticamente. Sintiendo un golpe directo al estomago nos sentamos en una banca de la Plazuela Merino. Barajamos posibilidades, ya no quedaba de otra, no íbamos a llorar sobre la leche derramada. Se menciono el Coliseo Jerónimo Seminario y Jaime, y el Patio Techado del Colegio salesiano Don Bosco. Para empeorar las cosas, el sábado 01/11 era feriado así que para conseguir el Coliseo teníamos que esperar hasta el lunes; día hábil para la administración Municipal.
Entonces, recordamos que Max, integrante del Grupo, es ex Salesiano. Con ese punto a nuestro favor decidimos ir a buscar al Padre José María, director del Colegio Salesiano Don Bosco. Cerca de las cinco de la tarde Max envía un mensaje del celular de Cindy; posibilidades de conseguir el PAtio Techado - o coliseo - del Colegio. Nos dirigimos a dejar un documento para solicitar una reunión con carácter de urgente al Padre José Maria Doménech Corominas.
El día sábado le hicimos la guardia, debo mencionar que Max y yo casi morimos el viernes. En la emergencia subimos a una moto, conducida por Max, en condiciones penosas, encima él no sabia conducir muy bien. La necesidad hizo que aprendiera. A las once de la mañana vimos bajar de un taxi - tico al Reverendo Padre, un hombre pequeño, de cabellos blancos. Pedimos nos dejaran pasar para hablar con él. Max, Mariana; compañera de la Universidad, apoyo del Grupo, y conocida del Padre, y yo. Íbamos a pedir nos prestaran el Patio Techado, sin mas que nuestra palabra.
Le explicamos lo que nos había sucedido. Listo, accedió. Un ser humano directo, claro y contundente. Firmamos unos días después. Dios es grande, ya teníamos un local para realizar el evento planificado hacía mes y medio, casi dos meses atrás.
El lunes me fui a Imagen buscando una explicación, como debe ser, en persona, no por teléfono, sino cara a cara. No encontré a la Jefa, sino una interina, no me dijo mucho, pero si algo que me dejo muy sorprendido. La bendita llama del viernes 31/10 a las tres de la tarde, no había sido de la secretaria del Rector. No. Una asistente de la oficina de Imagen se había hecho pasar por ella, usurpando un cargo. Quizá con la intención de asustar y que no se diga nada.
Al día siguiente volví porque me dijeron que me atendería la Jefa, pero no estaba. Quienes si estaban eran dos de las asistentes de la oficina de Imagen, una conocida mía, Lucia, y otra chica, que según mis averiguaciones, y de propia boca de la señora Mary – la interina –, supe el día anterior, había sido quien nos llamo.
Salude y no respondió. Estaba hablando por teléfono. Ella con tono grosero y mal educado, luego que le increpe porque me hacían ir a venir sino me iban a atender, dijo a su interlocutor, ósea la otra persona al teléfono, que ahí frente a ella estaba el chico ese, él del auditorio, diciendo que se lo han quitado y que lo están paseando. Frunciendo la cara y empeorando su ya desgastado rostro, aún más. Entendí que hablaba – por teléfono – con la Jefa. Colgó.
Le dije; crees que me da miedo lo que haz hecho. Te equivocas, porque tengo dignidad al igual que mi Grupo. Y tú, en primer lugar, te haz hecho pasar por alguien que no eres, usurpando un cargo para meter miedo. En segundo lugar, eres una malcriada porque no sabes atender a las personas y trabajas en Imagen, así que doble error. Y en tercer lugar los pobres, por muy pobres que sean también tienen dignidad. Dile todo esto a tu Jefa y si quieres agrégale su ajicito para que tú quedes bien y yo muy mal. Su nombre es Cinthya. Egresada de la misma Escuela de Comunicación en la que aún estudio.
Ella sin importarle nada y levantando la voz, esbozo unas palabras y unos gestos malcriados. Le recordé que no esta bien hacer ir a las personas días y días para no atenderlos. Se gasta dinero y se pierde tiempo. No lo hice con tono suave, no. Dije lo que debía decir con el tono y las palabras correctas.
Invertimos dinero en publicidad para el evento, cuya entrada sería un tarro de leche grande para ayudar a dos mil niños y niñas de siete caseríos del Bajo Piura en situación de extrema pobreza. Sin embargo, el espectáculo se realizaría en un nuevo local, más grande y mejor. La misión ahora era revertir nuestra propia campaña publicitaria, para que no acudan al auditorio de la UNP, sino al Colegio don Bosco. Todo un faenón.
Gracias a Dios no todas las personas son así. Y el espectáculo tuvo resultados muy buenos.
Faltan muchos más detalles, pero en esencia esto es lo que nos sucedió. La palabra y los compromisos se deben asumir con personas responsables, y no se deben delegar funciones a personas incapaces y malcriadas. No haré lo que me pedía el profesor Javier, que no dijera nada, ni solicitara una explicación. Prácticamente me pedía que me meta debajo de la cama a llorar de miedo.
Los medios nos apoyaron, gracias a ellos, a las personas de buen corazón y a los amigos. Se realizo el espectáculo con buenos resultados.
¿Nos dieron ayuda (la Oficina de Imagen) ?
Luego del problema, ninguna. Corrimos con todos los gastos nosotros mismos, la inversión no se perdio, pero ni nos causo muchos líos. Ya sabemos para el futuro.
¿Por qué nos cancelaron?
Sucede que un examen ADES o IDEPUNP, se pasaba para el domingo 9 de noviembre, con lo cual se cerraba la Universidad el día anterior a la una de la tarde, y nuestro evento sería de cuatro a siete de la tarde. Así es que, o nos cambiábamos o se cancelaba. Sólo nos quedaba cambiar de local, porque la fecha estaba separada, y ya se había realizado publicidad, y los contratos y acuerdos hechos ya estaban cerrados. No podíamos hacer ningún cambio en cuanto a hora o fecha, o elenco a presentarse.
Ella sin importarle nada y levantando la voz, esbozo unas palabras y unos gestos malcriados. Le recordé que no esta bien hacer ir a las personas días y días para no atenderlos. Se gasta dinero y se pierde tiempo. No lo hice con tono suave, no. Dije lo que debía decir con el tono y las palabras correctas.
Invertimos dinero en publicidad para el evento, cuya entrada sería un tarro de leche grande para ayudar a dos mil niños y niñas de siete caseríos del Bajo Piura en situación de extrema pobreza. Sin embargo, el espectáculo se realizaría en un nuevo local, más grande y mejor. La misión ahora era revertir nuestra propia campaña publicitaria, para que no acudan al auditorio de la UNP, sino al Colegio don Bosco. Todo un faenón.
Gracias a Dios no todas las personas son así. Y el espectáculo tuvo resultados muy buenos.
Faltan muchos más detalles, pero en esencia esto es lo que nos sucedió. La palabra y los compromisos se deben asumir con personas responsables, y no se deben delegar funciones a personas incapaces y malcriadas. No haré lo que me pedía el profesor Javier, que no dijera nada, ni solicitara una explicación. Prácticamente me pedía que me meta debajo de la cama a llorar de miedo.
Los medios nos apoyaron, gracias a ellos, a las personas de buen corazón y a los amigos. Se realizo el espectáculo con buenos resultados.
¿Nos dieron ayuda (la Oficina de Imagen) ?
Luego del problema, ninguna. Corrimos con todos los gastos nosotros mismos, la inversión no se perdio, pero ni nos causo muchos líos. Ya sabemos para el futuro.
¿Por qué nos cancelaron?
Sucede que un examen ADES o IDEPUNP, se pasaba para el domingo 9 de noviembre, con lo cual se cerraba la Universidad el día anterior a la una de la tarde, y nuestro evento sería de cuatro a siete de la tarde. Así es que, o nos cambiábamos o se cancelaba. Sólo nos quedaba cambiar de local, porque la fecha estaba separada, y ya se había realizado publicidad, y los contratos y acuerdos hechos ya estaban cerrados. No podíamos hacer ningún cambio en cuanto a hora o fecha, o elenco a presentarse.
Para algunas personas es muy fácil decir cambien todo, o cancelen, no se detienen a pensar en la inversión realizaba, las coordinaciones hechas, o los compromisos adquiridos. Cuando otros cancelan fácilmente sin importar nada zurrándose en los demás, piensan que todos somos así. Pero no es así.
Jaime Benites Acha.
Posdata: La voluntad inicial y el apoyo, era bueno. Pero lo que vino luego fue abandonarnos con la promesa incumplida y dejándonos con una inversión – no quiero decir perdía – pero si con un gasto grande, para personas que no lucran con esto.